En 1937 Gertrude Lamfrom y su familia huyeron de la Alemania nazi a Estados Unidos y se establecieron en la ciudad de Portland, en el estado de Oregón. Los Lamfrom ya llevaban generaciones dedicándose al sector textil desde la época en que Paul, el padre de Gert, tenía una gran fábrica de camisas en Augsburgo con mucho éxito. Sin embargo, la familia tuvo que empezar de cero al llegar a la costa oeste de los Estados Unidos.

Gracias a un pequeño préstamo, Paul fundó su joven empresa en Portland y se inspiró en el nombre del río de la ciudad para llamarla «Columbia Hat Company». Aquellos humildes orígenes son los de la empresa que después se convirtió en Columbia Sportswear.

Neal Boyle, el marido de Gert, asumió la responsabilidad del negocio y lo amplió de los sombreros de calidad que hacían por entonces a una diversidad de artículos para actividades al aire libre.

Cuando Gert se enteró por Neal de que sus clientes estaban pidiendo un chaleco de pesca con suficientes bolsillos para guardar anzuelos y otros objetos, creó un prototipo en su propia máquina de coser que incluía bolsillos con cremalleras y solapas, un imán para cebos y anzuelos y un portacañas para pescar con las manos libres. El chaleco Fork de Henry enseguida se convirtió en un éxito de ventas y puso a Columbia Sportswear en el mapa. Todo se hizo en un día de trabajo.

En 1970 Neal falleció inesperadamente, así que Gert y su hijo Tim, que en aquel momento estaba en su último año de universidad, tuvieron que encargarse de trazar el rumbo de la empresa a partir de entonces.

En un momento dado de los setenta, madre e hijo estuvieron dispuestos a venderle el maltrecho negocio a un potencial comprador, que en el último minuto rebajó el precio acordado, a lo que Gert respondió desafiante: «Por ese precio, yo misma arruinaré la empresa».

En vez de vender la empresa, Gert, Tim y un pequeño grupo de empleados entregados lograron transformarla poco a poco y la prepararon para dar el espectacular salto de tienda local a líder mundial en artículos para actividades al aire libre.

La empresa Borders Perrin Norrander de Oregón lanzó una campaña publicitaria que convirtió a Gert Boyle en una estrella internacional, presentándola en el vídeo «One Tough Mother» como una madre dura y una jefa rigurosa que exige la perfección para garantizar artículos de calidad a un precio justo. No podían haber creado un personaje más fiel a ella.

Con la presentación de la chaqueta Bugaboo™ Interchange original a principios de la década, Columbia tomó impulso para lanzarse a otros mercados del sector de artículos para actividades al aire libre, como el del calzado en 1993 presentando las Bugaboot y volviendo a sus raíces con la colección PFG (Performance Fishing Gear) de artículos de pesca en 1996.

Varias tecnologías de eficacia comprobada, como la de tracción Omni-Grip™ (2002) y la de protección solar Omni-Shade™ (2009), hicieron su primera aparición en el nuevo milenio y consolidaron a Columbia como líder del sector en artículos para hacer actividades al aire libre. Aunque aquello solo fue el principio.

Columbia creó las tecnologías revolucionarias Omni-Heat™, empezando con sus famosas tramas de puntitos plateados. La tecnología termorreflectante Omni-Heat™, inspirada en las mantas isotérmicas, combina transpirabilidad y retención del calor corporal para conseguir una mayor protección del frío sin añadir más peso.

Desde entonces, Omni-Heat™ ha adoptado muchas otras formas, como Omni-Heat™ 3D, que combina calor y esponjosidad, Omni-Heat™ Infinity, con una trama de puntos reflectantes dorados, Omni-Heat™ Helix, para regular la temperatura corporal, y Omni-Heat™ Arctic, para capturar la energía solar.

Al mismo tiempo, Columbia revolucionó la impermeabilidad con su sistema OutDry™ Extreme. Esta tecnología impermeable y transpirable, pionera en el sector, desafió las convenciones y, en vez de colocar la membrana impermeable dentro, la colocó en el exterior de la prenda para hacerla más cómoda al contacto interior con la piel.

Nuestro pasado nos permite recorrer un camino de futuro lleno de posibilidades: desde la creación de tecnologías inspiradas en los osos polares hasta el aterrizaje en la Luna (literalmente).